Fernando Balda hace graves denuncias contra Correa y Mera
El juicio en mi contra
Por Fernando Balda. Publicado en su sitio Web.
Lo que les voy a relatar a continuación los dejará anonadados.
El 19 de Agosto de 2009 llegó a una lista corta de medios de comunicación un boletín de prensa que anunciaba que Asambleístas de oposición llegarían a las oficinas del edificio del Fondo de Solidaridad en Quito para atender una denuncia.
El boletín se titulaba ” Descubren POSIBLE oficina clandestina de inteligencia en donde se REALIZARIA espionaje a ciudadanos con maquinas de intercepción telefónica“.
En su contexto el boletín utiliza en todas sus lineas términos como: habría, sería, podría, estaría, tendrían, supuestamente, posiblemente, se presume, existe el rumor. Etc. Cito un párrafo: “que el espacio físico de esta oficina esta dividido en (….) y un lugar especial donde se ocultan cuatro maquinas POSIBLEMENTE para la intercepción de llamadas telefónicas“. Así, cuando se lee todo el boletín no se encuentra ni un solo párrafo que no esté escrito en [modo] potencial, advirtiendo la posibilidad de un delito, no afirmándolo, pero si, pidiendo que se lo investigue para verificar si es cierto o no.
En ninguna parte del texto [se] da por confirmada ninguna situación. Otro párrafo dice: “Antecedentes: ante el fuerte RUMOR de que el gobierno de Rafael Correa espía e interviene teléfonos de sus adversarios políticos, periodistas y ciudadanos“.
Otro párrafo muestra la intención responsable del boletín: “teniendo como antecedente lo ocurrido en Guayaquil con el supuesto centro de computo clandestino, recomendamos a la prensa solo remitirse a los hechos que se estén suscitando en el momento (….), para que luego no sean blanco del abuso de poder del actual gobierno y pretenda cancelar las frecuencias de los medios que cubran la noticia“.
Lo cierto es que el día en que se emitió el boletín, algunos medios de comunicación del Ecuador encontraron en dicha oficina todo lo que en el se manifestaba que existía, excepto las maquinas de intercepción telefonica, la oficina donde supuestamente estas se encontraban estaba vacía, y no había nada sobre los escritorios (nada), solo cables desconectados.
Basados en ese boletín de prensa, Rafael Correa, Presidente de Ecuador, y Alexis Mera, su Secretario Jurídico, me acusaron de difundir rumores falsos, desestabilizar la democracia y atentar contra la seguridad del Estado. A la vez que en sus declaraciones en la fiscalía llaman “pasquín” al boletín materia del supuesto delito.
Es alarmante que en el Ecuador si alguien denuncia sobre la posibilidad de un delito y aunque sus palabras se refieran a este en [modo] POTENCIAL, y se exija a las autoridades que se investigue para aclarar si hay o no infracción, el denunciante termine tras las rejas. Peor aun si después que se emitió el boletín materia de esta investigación, yo [mismo] me acerqué a la fiscalía a pedir que se investigue todo lo que en el decía. Sin embargo, mi denuncia fue archivada, y mas bien el boletín que entregué en mi denuncia ha sido adjuntado como supuesta prueba en mi contra en el juicio, cuando lo que se debió hacer era investigar lo denunciado que era el contenido del boletín el cual llegó a mi de la misma forma que a los medios de comunicación, por correo. Además quieren acusarme de haber enviado el supuesto “pasquín”, como lo llaman mis acusadores, y que contraproducentemente, aunque siendo solo un simple pasquín, hizo que Correa y Mera sintieran alterado el orden publico, desestabilizada la democracia, y que se haya atentado contra la seguridad del Estado.
Pues de eso me acusan. Seguro me les paro al frente a estos dos alarmosos y se orinan, y a la segunda se cagan. Pero como si no fuera suficiente el cuento. Resulta que se han pedido innumerables peritajes durante la indagación e instrucción fiscal y ninguno ha logrado determinar que yo soy el autor material del correo electrónico en el que llegó el boletín, y mucho menos mi autoría intelectual.
Aunque el Boletín decía que quien llegaría al lugar de los hechos a constatar la denuncia serían Asambleístas, nunca se llamo a declarar a ninguno de ellos, también se menciona al Parlamentario Andino Fausto Lupera, a este tampoco nunca se lo llamó a declarar. Pero la explicación de porqué no se los llamó es sencilla, la respuesta está en la perfidia del fiscal Raul Salgado, pues como este sabía que Lupera al igual que los Asambleístas goza de inmunidad, se quedarían con los churros hechos al no poderlos llamar a juicio. Pero yo, en ese entonces era solo un ciudadano, aun no había sido elegido como Asambleísta (A), y no tenia posibilidad de revestir mis acciones de denuncia con inmunidad. Por ello la fiscalía me acusa solo a mi, ilegalmente, sobre un delito que nunca existió.
Es así que, ante un hecho donde no existe actuación punible ni mía ni del o los autores del boletín, se quiere hacer creer que hay delito. Es tan paupérrima la acusación de Correa y Mera que no se necesita usar el código penal para defenderme, sino, solo, un diccionario de la lengua española para leer el significado gramatical de cada una de las 42 palabras y frases usadas en el boletín de prensa.
Sin exceptuar en ni un solo párrafo, el contexto de los mismos es enteramente escrito en [modo] potencial. El fiscal Raul Salgado, en una actuación por demás cuestionable, pretende hacer creer que hubo un delito donde no existió, impulsó la indagación y luego la instrucción fiscal para que, de forma aberrante y escuálida, montar una farsa, acusándome sin tener pruebas válidas, llegando hasta el llamamiento a juicio.
Esto es como decir que Fernando Balda asesinó a alguien, pero al llegar al lugar de los hechos no hay ningún muerto, lo peor es que se me acusa de disparar un arma pero no existe ni bala, ni el arma, mucho menos se podrá entonces comprobar la trayectoria del proyectil. Que sería el equivalente al peritaje informático. El cual no existe.
Para demostrar la autoría de un correo electrónico se requiere de una pericia informática. Pero el fiscal Salgado la quiere demostrar con un examen grafológico sobre la firma que yo puse al denunciar el boletín en la fiscalía. Durante las audiencias anteriores el fiscal, y el Abogado de la presidencia Diego Guarderas gritaron y patalearon defendiendo sus infames, absurdas y escuálidas acusaciones. Aquí solo caben dos conclusiones: o el fiscal y el Abogado de Presidencia son cómplices en el intento de violar la ley y condenar a alguien en contubernio con los jueces del tribunal por un delito que no ocurrió. O son tan ignorantes e incompetentes que ni el significado de las palabras conocen.
Haber obviado peritajes, testimonios, testigos, pruebas, interpretaciones gramaticales taxativas etc. Para hacer creer que existe un delito, y mantener a un ciudadano y Asambleísta Nacional (A) preso. eso si es delito. Y lo tendrán que enfrentar también en una corte de manera inevitable.
En condiciones normales, un tribunal imparcial declararía mi inocencia sin vacilar, pero el actual tribunal ha demostrado en las cuatro audiencias fallidas anteriores, actuar sumisos al ejecutivo. Incluso el Presidente de este fue destituido después de dictar providencia favorable a mi defensa en la segunda audiencia, para que esta se difiera por la falta de los testigos de mi defensa. En la cuarta audiencia sancionaron al Abogado de oficio Javier Villagran por actuar en derecho a mi favor cuando este se rehusó asumir mi defensa ante la falta de oportunidad para haber conocido el caso y actuar de forma técnica como establece la ley.
Ahora al puro estilo “chucky seven” pusieron a un nuevo juez a que presida, para que me juzgue, tal como lo hicieron en el caso del Diario El Universo.
Todo esto, sin duda, es una venganza por mis acciones de denuncia contra la corrupción del gobierno de Rafael Correa. Ilusos si piensan que me van a callar. Estoy preso pero no amordazado.
Queda clara entonces mi total inocencia sobre las acusaciones que infamemente me hacen Correa y Mera, y la persecución política de la que soy víctima. Pero aterroriza el hecho que los ciudadanos no puedan atreverse a denunciar la posibilidad de un delito sin tener que ir a parar a la cárcel porque los jueces han cometido el abominable incesto con el ejecutivo.
Fernando Balda @fernandobalda
Referencias:
http://fernandobalda.wordpress.com/2013/01/07/el-juicio-en-mi-contra/