La administración de Rafael Correa quebro al Ecuador
PASARON ONCE LARGOS AÑOS
Por Estuardo Melo Moreno
Tuvieron que pasar once largos años para que uno de los permanentes de la revolución ciudadana, Miguel Carvajal, decretara por su propia boca, lo que todos los demás conocíamos de sobra: Que la administración de Rafael Correa ha quebrado al Ecuador y ha terminado con sus instituciones.
Es importante para quienes nos opusimos a ese oprobioso régimen saber en qué categoría es que se catalogan sus co-idearios, ahora. Si piensan que son cómplices, encubridores o co-autores de la situación en que se encuentra el País, luego del sistemático y persistente empeño de devastación a su economía.
Correa no lo hizo solo. Se valió de sus secretarios, ministros asambleístas y movimiento político.
Los asambleístas principalmente, eludieron enjuiciar políticamente y aprobaron año a año, los informes falsos de desempeño, con que Correa engañaba al País; Los Jueces de la Corte y la Judicatura confabularon para obtener sentencias favorables y dar curso a demandas persecutorias; La Contraloría, eludió sus responsabilidades auditoras con un contralor Pre-pago y la Fiscalía de Chiriboga encubrió la corrupción. Qué decir de la Comisión de participación ciudadana y control social, extraviada en el laberinto de la obsecuencia y la complicidad.
Si se analiza concienzudamente los diez años de gobierno de Correa, sus tramas, sus gestiones subrepticias, sus objetivos ocultos, el laberinto legal, la inconstitucionalidad de sus acciones, se puede armar perfectamente un una demanda en su contra, por haber atentado contra la estabilidad del Estado, porque dejó en situación crítica la economía de la caja fiscal, la sostenibilidad de los planes de servicio público, la precaria debilidad del sector petrolero, el sistema monetario y la dolarización, la seguridad social, los niveles de la deuda pública, entre otros problemas igualmente graves y acuciantes.
Esos desequilibrios fueron resultantes de una actuación brutal, poco meditada y absurda en el manejo económico, que no planificó el uso de los fondos públicos, el gasto, ni el impacto del circulante monetario en la economía del País. El régimen, se desbocó en la contratación de obras con sobreprecio, muchas innecesarias y mal concebidas.
Por otra parte, esas mismas obras, mal programadas en tiempos y costos, permitieron el auge de manejos inescrupulosos y corruptos, en un desangre financiero y económico difícilmente reparable, que significó un perjuicio al Estado de 30.000 millones de dólares.
Al haber errado en sus apreciaciones de gasto y en un afán desmesurado por presentar una obra incomparable, Correa auspició un endeudamiento demencial, como es él mismo, dejando al país sin capacidad de endeudamiento ni de pago.
Para completar su devastación, prendó la producción petrolera con convenios secretos y corruptos, en actos colusorios en los que ha involucrado a países terceros como China y Uruguay.
Las pruebas van aflorando a medida que el tiempo transcurre, van cambiando los personeros en los entes de control y ellos auspician la revisión de la gestión pública en que se detectan enormes e innegables indicios.
Los funcionarios que Correa quiso dejar anclados para asegurar su impunidad, van cayendo por su propio peso. Primero, su Vicepresidente y principal testaferro, luego el Contralor con su capacidad de encubrimiento, ahora el Fiscal y sus acusaciones con guante blanco, será reemplazado por un fiscal de verdad que arrase con la corrupción de ese régimen; Cae el Presidente de la Asamblea, una peligrosa combinación de la hipocresía cuencana y el nefasto personaje francés Fouché, acomodado a salir bien librado de todas las circunstancias. Un Procurador General incapaz de enfrentar sus yerros, una docena de ministros enjuiciados y prófugos, su maquinaria de propaganda enjuiciada por enriquecimiento ilícito, su ex-secretario privado, ahora Presidente del Consejo de la Judicatura, enredado en la corrupción judicial; el superintendente de comunicación defenestrado; su secretario jurídico, autor de toda la trama legal que permitió el millonario desfalco y los secretarios de planificación firmantes en todas las actas y resoluciones del negociado.
El éxito de la consulta, ha sido realmente el cambio con personas decentes en el CPCCS, cambia radicalmente la orientación viciosa anterior y permite esperar un funcionamiento correcto de las entidades de control. Una actuación que ha puesto a temblar hasta al máximo organismo de control constitucional.
Sin embargo, el daño está hecho. Lenin Moreno no va a poder corregir la debacle financiera. El país está herido de muerte. Solamente queda en pie, muy debilitado el sector privado, su producción que nos provee alimentos y dólares de la exportación.
Moreno se empecina en evitar que las distorsiones creadas en la estructura salarial y su homologación en el régimen anterior, pueda corregirse y colabora en el déficit con su plan de viviendas gratuitas. Frente a eso, lo único que puede hacer para pagar salarios es seguir endeudándose, pero sabe que eso es insostenible, porque no hay una fórmula que permita cumplir con el pago de la enorme deuda anterior y la que su gobierno contrajo. Ante tal imposibilidad, le queda solamente renunciar, porque más endeudamiento ha sido vetado por el estudio realizado por contraloría a la deuda pública. El Presidente se ha quedado sin salidas…
Fuente:
ONCE AÑOSTuvieron que pasar once años para que uno de los permanentes de la revolución ciudadana, Miguel Carvajal,…
Posted by Estuardo Melo Moreno on Tuesday, March 27, 2018