EN ESTE PLANETA EXISTEN DOS SIMIENTES POR LO MENOS
Así esta escrito en el libro de Génesis. En este planeta existen las dos simientes, los hijos del hombre, y los hijos de Satanás. Jesús vino de la simiente/descendencia de los hijos del hombre, de María quien era una descendiente de David, de Abraham, de Noe, de Abel y de Adán. Otros encambio son descendientes de Cain, y de Satanás. Leer cuidadosamente el libro de Génesis.
Desde el principio de la humanidad ya se definió esta verdad, si lees detenidamente GENESIS, Cap 3:14-16 dice: Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
Los descendientes de Satanás tienen algunas cualidades que los hace diferentes a los descendientes de Adán. Obviamente se establecieron esas diferencias desde el inicio de nuestra civilización, Dios mismo los revela como: envidiosos, mentirosos, cuenteros y asesinos. Estas son sus características elementales, pero no las únicas.
Evangelio de Juan: Sois de vuestro padre el diablo (43:8:39 – 43:8:47) Respondieron y le dijeron: —Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: —Puesto que sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham. Pero ahora procuráis matarme, hombre que os he hablado la verdad que oí de parte de Dios. ¡Esto no lo hizo Abraham! Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: —Nosotros no hemos nacido de fornicación. Tenemos un solo padre, Dios. Entonces Jesús les dijo: —Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais; porque yo he salido y he venido de Dios. Yo no he venido por mí mismo, sino que él me envió. ¿Por qué no comprendéis lo que digo? Porque no podéis oír mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y queréis satisfacer los deseos de vuestro padre. El era «homicida desde el principio» y no se basaba en la verdad, porque «no hay verdad en él». Cuando habla mentira, de lo suyo propio habla, porque «es mentiroso y padre de mentira». Pero a mí, porque os digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros me halla culpable de pecado? Y si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? El que es de Dios escucha las palabras de Dios. Por esta razón vosotros no las escucháis, porque no sois de Dios.
1 Juan 2:22-23 (NVI) ¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el *Cristo? Es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo no tiene al Padre; el que reconoce al Hijo, tiene también al Padre.
Los hijos de Satanás tienen varias características alteradas o diferentes a las características de los hijos del hombre. Ambos tienen la misma estructura genética pero no tienen exactamente los mismos genes, de hecho, nos diferenciamos primordialmente en esto. La genética de los hijos del hombre fue manipulada por satanás para sembrar asi su simiente. Cain fue su primer hijo, su primer descendiente, y el resultado de esa alteración, tal como nos previene Dios mismo en la Bliblia, es Cain y toda su descendencia, quienes ya dieron a relucir sus cualidades desde el inicio de nuestra civilizacion: envidiosos, mentirosos, cuenteros, y asesinos.
De todas ellas, la cualidad mas grave y mas preocupante es la de ser «asesinos».
Cain tuvo descendencia, y esa descendencia también esta protegida por Dios. De hecho Dios sembró la enemistad eterna entre estas dos descendencias, y mientras a ellos les dio la potestad de mordernos en el calcañar, a nosotros nos dio la potestad de golpearlos en la cabeza. Jesus (Yeshua), es quien da ese golpe final en la cabeza de la bestia.
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.”. Dijo esto Dios a la Serpiente-Satanás.
Pero las cosas no quedan allí solamente, debemos entonces profundizar mas en las características que nos hacen diferentes a ellos y entender que no son seres inferiores en capacidades sino mas bien superiores en algunas capacidades que son las que justamente, como un virus mortal, nos aniquila. Su objetivo esta ya revelado desde los inicios de nuestra civilizacion, primero nos condujo a la desobediencia a Dios, para ser desterrados del paraiso y asi no tener acceso al alrbol de la vida, y su segundo objetivo y el final de todos, hacernos desaparecer por completo de este planeta.
Como podran haberse dado cuenta muchas personas, esta posibilidad de desaparecer a mas de media humanidad del planeta, esta cada dia mas cercana a ser una realidad. Los Hijos del Diablo son los que Satanas utiliza para este fin, pero ellos no lo saben. El objetivo final de su Padre, es barrer con todos ellos tambien de la faz de la tierra. Estos eventos ocurriran tal y como lo dice el libro del Apocalipsis.
Esas fueron las intenciones originales de Satanas perfectamente consumadas en las personas de Adan, Eva, y Abel, asi sea a costa de su propia descendencia, (la descendencia de Cain), al final de cuentas, su objetivo es barrer con toda descendencia, la de Set y la de Cain, y esas mismas intenciones no han sesado de ocurrir día a día desde entonces, y seguiran las cosas igualmente siniestras hasta que exista un triunfador que elimine o neutralize por completo al otro.
La naturaleza de los hijos del hombre no cuenta con este gen para asesinarlos a ellos como ellos lo hacen con nosotros, así que tenemos que buscar otras alternativas para inmovilizarlos y que entonces no continúen mintiéndonos, asesinándonos, acosandonos, persiguiendonos y destruyéndonos.
Toda la descendencia del hijo del hombre debe seguir este camino de estudio y de análisis para encontrar caminos que ayuden a la humanidad a neutralizar el poder de Satanás. De hecho, Dios sabe que estamos en desventaja, y nos ayudo entonces, y nos sigue ayudando, Jesús el Cristo fue la respuesta a esta necesidad humana, quedo establecido entonces que Dios mismo no permitirá a Satanás la destrucción total de la raza humana. Revistamonos entonces todos de esa armadura de Dios.
La armadura de Dios
Efesios, capitulo 6, versículo 10 al 16: Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Referencias sobre Jesus, el Hijo del Hombre:
DANIEL: CAPÍTULO 7
13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.
MATEO: CAPÍTULO 12
40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
MATEO: CAPÍTULO 16
27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
MATEO: CAPÍTULO 19
28 Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
MATEO: CAPÍTULO 20
18 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte.
MATEO: CAPÍTULO 24
30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. 31Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. 32De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 33Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 34De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. 35El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 36Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. 37Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. 38Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, 39y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.
MATEO: CAPÍTULO 25
31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria.
MATEO: CAPÍTULO 26
2 Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.
MARCOS: CAPÍTULO 10
45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
MARCOS: CAPÍTULO 14
21 A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.
LUCAS: CAPÍTULO 5
24 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.
LUCAS: CAPÍTULO 19
10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
JUAN: CAPÍTULO 3
14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
JUAN: CAPÍTULO 5
22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, 23para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. 24De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. 25De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. 26Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; 27y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.
HECHOS DE LOS APÓSTOLES: CAPÍTULO 7
56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.
HEBREOS: CAPÍTULO 1
5 Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando; 6 Pero alguien testificó con cierto lugar, diciendo: ¿Que es el hombre, para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre, para que le visites? 7 Le hiciste un poco menor que los ángeles, le coronaste de gloria y de honra, y le pusiste sobre las obras de tus manos: 8 Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a Él; pero todavía no vemos que tosas las cosas le sean sujetas. 9 Pero vemos a Aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
APOCALIPSIS: CAPÍTULO 1
12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, 13y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. 14Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; 15y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. 16Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.