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Las FARC, sociedad anónima de capital variable

Los comunistas ricos

Entendemos a los comunistas como gente violenta, gruñones, intemperantes, intransigentes y feroces, ellos se sienten ser los herederos del Che Guevara, Lenin, Marx y Stalin. Pero lo menos que nos imaginamos es que los comunistas sean ricos, poderosos y encima de ello, criminales.

Para entender mejor a las FARC, (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), solo tendríamos que recordar sus aficiones criminales. No hay delito común ni de lesa humanidad que no cometan todos los días. El Ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón acaba de revelar datos importantes del tamaño de ese imperio económico controlado por las FARC en una sola de sus especialidades operacionales: el narcotráfico.

Las FARC ganan, producto de la venta de 200 toneladas métricas de cocaína, la frívola cantidad de 3,500 millones de dólares cada año.

Se calcula además que son dueñas, mediante despojo, de más de 1’500,000 hectáreas, de las que ya reclamaron 810,000 víctimas. Súmese la renta de los secuestro, de la extorsión, de las minas ilegales de oro, del contrabando y del robo de combustible, de la trata de blancas, de los anillos de prostitución, y de otras ventajas ya conocidas.

Podemos partir de la base de que todos sus gastos domésticos e internacionales se cubren de estos delitos comunes, y que la cocaína sale libre de pagar impuesto alguno. Dinero en efectivo que no reportan a gobierno alguno.

Sus empleados, que son los guerrilleros, suman más de 8,100 hombres bien armados, en su mayoría campesinos jóvenes poco instruidos que se comen cualquier cuento de esos que ya conocemos como es la supuesta e imaginaria “revolución ciudadana”, y de esas conocidas frases de “vamos adelante compañeros”.

Según los cálculos del Ministro Pinzón, las FARC no necesitan manejar departamentos de Relaciones Industriales ni Jefaturas de Personal. No hay horas extras ni días festivos, no hay cesantías ni vacaciones, no existe un seguro social, primas ni auxilios de maternidad, ni siquiera por calamidades domésticas. Y los reclamos se resuelven con mucha sencillez y prontitud, de hecho al que refunfuña lo fusilan en el acto y todo lo resuelven así. La vestimenta es la misma, es barata, con frecuencia elaborada con materiales robados, la alimentación es pobre, y en cada grupo solo va un enfermero que atiende primordialmente los abortos de las niñas que reclutadas antes de cumplir su mayoría de edad. ¡Que buen negocio es este de las FARC!

La tropa, gente es su mayoría de escaso nivel académico, no saben que sus jefes son los hombres más ricos de Colombia. Porque esos seis billones de pesos triplican las utilidades del Grupo Empresarial Aval de Colombia, que tiene centenares de accionistas y 60,000 trabajadores, en buen número, de altos niveles académicos y profesional. Esa misma suma representa seis veces las utilidades del “Banco de Colombia”, para el cual trabajan mas de 19,000 personas. Bavaria, otra empresa Colombiana, gana otro billón de pesos con 12,000 trabajadores. Y todas ellas tienen que pagar impuestos, seguros, rentas, garantías y demás. No así la exitosa empresa de las FARC que ahora se dedica a poner presidentes y altas dignidades en todo el anillo de países latinoamericanos por donde trafican la droga.

“No contamos la descomunal fortuna de las FARC a manera de denuncia. Lo hacemos para advertir que los delegados del Presidente de Cuba se las verán con los ejecutivos del más rico grupo empresarial de Colombia, lo que no representa corto obstáculo para cualquier diálogo de paz”, -enfatizo Pinzón al hacer estas declaraciones a la prensa-.

Cuando el Doctor De la Calle les pregunte, ¿cómo y cuándo proponen desarmarse?, allí es cuando recibirá una réplica obvia: ¿y cuánto nos van a pagar a cambio de los negocios que deberíamos entregar?

Qué pena. No habrá con qué pagarles. Se levanta la sesión y allí se acabaran las conversaciones de paz.

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