Me pregunto… ¿Esto es todo lo que hay?

En Ecuador, todo se mantiene igual. Los que deberían estar en una prisión no lo están. En lugar de eso se mofan de nosotros como país y de la misma justicia. Veo cómo los que fueron humillados, asaltados, y secuestrados, siguen luchando contra un inmenso monstruo indolente, que aparenta una complicidad con aquellos delincuentes. Me refiero por supuesto al monstruo de la justicia.

Veo cómo una mujer valiente se levanta todos los días para tratar de dejar en alto el nombre de su esposo asesinado, (me refiero a la señora Ochoa, viuda del asesinado General Jorge Gabela), veo cómo un grupo de personas con un criterio errado y opuesto a lo correcto y lo normal, hacen de las suyas y afectan grave e irreparablemente a la sociedad desde una Asamblea Nacional corrupta, retrograda e insensible, porque algunos de esos errados e invertidos ostentan un cargo en el poder y bailan entonces sobre la moral que nos costó tanto enseñar a nuestros hijos.

Es entonces cuando me siento desbordado ante una humanidad tan absurda, una humanidad tan contraria a lo que debió ser, es cuando me pregunto: ¿Qué nos pasó a todos? y me incluyo yo también, porque a veces me siento culpable de omisión. Me pregunto: ¿Por qué cuando TODOS sabemos quiénes son los culpables, cuáles son las pruebas que los acusan y los perjudicados que los denuncian, la justicia no hace nada? o peor aún, pretenden hacernos creer que sí lo hacen. Me pregunto: ¿Por qué quien actualmente gobierna al país declaró públicamente que no le importa si el mayor traidor a la Patria termina preso o no? Ocupando el puesto que ocupa, ¿no debería ser esa una de sus primeras preocupaciones y funciones?

Vemos una Asamblea Nacional que es como una cooperativa de comerciantes fraudulentos que esperan ansiosos un nuevo proyecto de ley para así poder pedir cuánto hay a cambio de su voto. Lugar en donde buena parte de esa Asamblea está conformada por inmorales que defienden, a pesar de todo lo que sabemos, al peor gobierno de nuestra historia.

Me pregunto: ¿Hasta dónde llega el descaro de estos «padres de la Patria» que protegen a un extranjero en nuestra embajada en Londres, a pesar de que hay la duda razonable de que tengan todas las pruebas de sus aberraciones delictivas?, y a pesar de eso lo cuidan, le dan trabajo y hasta secretaria privada. Ahora, algunos padecen de insomnio y se acuerdan de Dios para pedirle en sus oraciones que este foráneo chantajista se largue de una buena vez sin decir nada.

Pienso seriamente que quizás no pase nada más allá de lo que ya ha pasado; y si algo sucediera, serán sanciones y veredictos insultantes para el Ecuador. Valoro y resalto las acciones del CPCCS transitorio, pero se me ocurre que tal vez debieron atacar este cáncer desde adentro hacia afuera, debieron empezar por depurar toda esa justicia llena de pus y sangre habitada por algunos que ni siquiera saben de justicia, y luego de eso, sí, a cazar a los corruptos, porque de esa manera tendríamos la tranquilidad de que serían juzgados y no tendríamos el circo que vemos.

Me pregunto: ¿Esto es todo lo que hay? ¿Debemos acostumbrarnos a esto?  Tengo miedo de pensar que sí, y peor aún, que posiblemente ya nos hemos acostumbrado.

 

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