¿Por qué allá sí y aquí no?

He leído sobre la súplica del ex-mandatario del Perú para que no lo devuelvan a prisión, debido a su delicado estado de salud. Y es cuando uno se da cuenta que muchos somos quizás débiles (¿o tontos?), porque, al ver las imágenes no puedo evitar sentir pena o lástima por el tipo, pero al mismo tiempo, uno reflexiona y piensa: ¿Acaso estos dictadores tiranos e inmisericordes son capaces de sentir pena por alguien? Pero bueno, ese es otro tema para otro articulo.

Entrando en el cuerpo del asunto que nos compete, como resultado de mi lectura, me vuelven a la memoria hechos históricos que ponen en una semejanza casi absurda a Fujimori y a nuestro tristemente celebre y famoso ex-presidente Correa; pero vale aclarar, CASI en todo!!, digo esto por lo increíblemente parecido en el tema de los crímenes y delitos, hasta que, para variar, llegamos al tema de la justicia.

Alberto Fujimori fue el autor intelectual de la matanza de Barrios Altos, de acuerdo a la confesión del propio Vladimiro Montesinos, (Asesor de Fujimori y Capitán del ejército Peruano), y fue también autor intelectual de los secuestros del periodistas Gustavo Gorriti, y del empresario Samuel Dyer, sencillamente por ser sus opositores.

Pero además de todo esto, también consta el registro histórico del famoso auto-golpe de Estado de 1992 que contó con el respaldo de las fuerza armadas peruanas, donde se disolvió al congreso que, claramente, era otro nido de ratas corruptas, pero igualmente, una cosa no justificaba la otra.

Y sobre el incomprendido delincuente escondido en Bélgica, sabemos bien sobre el patético prontuario que ostenta, sicariato, secuestros, corrupción y auto-golpes de Estado. Hasta allí todo está bien, bueno, «bien» quizá no sea el termino apropiado, digamos mejor que «hasta allí toda la basura en ambos países es muy parecida». Lo que le diferencia a Perú del Ecuador es que, en Perú hay un ex-mandatario corrupto y terrorista que ya está pagando por todo lo que hizo; y aquí, hay una justicia corrupta, igual que el corrupto al que tratan de defender los jueces y asambleístas corruptos a como dé lugar, quien además aun disfruta de todo lo robado, en la que para él sí se puede catalogar como la década ganada, por los miles de millones de dolares que se llevó.

Allá, en el Perú, un traidor a la patria está pagando por sus delitos, aquí, en el Ecuador tenemos un club VIP de traidores a la Patria que luchan incansablemente por sus «hermanos», «socios» y «compinches», y cuya consigna es el espíritu de cuerpo; y vale acotar que este club es quizás uno de los que cuenta con el mayor número de miembros, y uno de los más exclusivos porque incluye ex-mandatarios, ex-vicepresidentes, asambleístas, jueces, ex-ministros y ministros vigentes, etc. ¿qué más exclusividad se le puede pedir a un club de este nivel?

Insisto en que la solución solo puede venir de nosotros, de los ciudadanos, de quienes conformamos el verdadero Ecuador, este hermoso país secuestrado por corruptos, asesinos, violadores y obsesionados por el poder y el dinero. El primer paso para combatir a todos estos delincuentes es algo tan sencillo como la unión, el consenso para definir acciones. Mientras ese primer paso no se de, todo lo posterior nunca podrá cristalizarse, y entonce, seguiremos lamentándonos en nuestro usual papel de victimas.